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11,40 €En este ensayo, Florentino Blanco analiza algunas de las consecuencias culturales de esa situación paradójica en la que la psicologÃa académica parece estar atrapada desde sus mismos orÃgenes: la mente (el sujeto) es el único objeto conocido que se ha propuesto analizarse a sà mismo. Esta paradoja ha hecho de la cultura psicológica una cultura crÃtica. La crisis de la psicologÃa no es un estado provisional en el camino hacia la madurez epistemológica. La crisis es, más bien, el estado natural de la psicologÃa. O lo será mientras el propio sujeto esté condenado a la diversidad. La historia de la psicologÃa es la crónica cultural del sujeto psicológico, el sujeto que hace posible nuestra forma de vida. La psicologÃa se hace viable en nuestra cultura participando racionalmente en el debate sobre los lÃmites de la subjetividad. Asà que la psicologÃa sólo puede dejar de estar en crisis en una sociedad medieval, una sociedad capaz de estabilizar las imágenes del sujeto en el espejo de la historia. Por eso, el cultivo de la mente, la obsesión por pensarnos como sujetos, es tal vez la tarea más densa y fascinante a la que se ha entregado el hombre moderno.