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16,25 €La lucha, dura y tenaz, se prolongaba desde hac¡a más de media hora, entre abundancia de humo y estruendo, pero sin notables resultados prácticos, ya que el movimiento que los remos obligaban a dar a la nave tornaba dif¡cil la punter¡a. De haber soplado viento, la cosa habr¡a variado y en los dos veleros se habr¡an podido apreciar da?os, ya que los turcos contaban en aquella época con magn¡ficos artilleros que pod¡an enfrentarse sin desventaja con los de la República de Venecia.La gran historia naval, la más gigantesca librada en el mundo, no tuvo ninguna eficacia, a causa de los secretos designios de Felipe II, que no quer¡a que Venecia reconquistase su antiguo poder¡o y su pasado esplendor. Los aliados, en vez de aprovecharse del terror de los musulmanes y de la destrucción de su soberbia flota para correr a la reconquista de Chipre y a la liberación de Cand¡a, se enfrascaron en mezquinas rivalidades, y se volvieron, no obstante los esfuerzos desesperados de Sebastián Veniero, sin haber intentado nada. La desgraciada República hallóse, pues, otra vez sola para pelear contra el turco.